miércoles, 3 de junio de 2009

Así...

Devastando el sendero llamado
vida, destruyendo algo que nunca
existió,terminando con lo que
nunca empezó, así quede...


¡Así quede amor!, mi razón
se volvió a perder y jamas
regreso de donde nunca debió
haber salido, así quede.


La nada interminable me
parece poco, comparado con
mis recuerdos la nada es ...
¡nada!.


Así quede, ¡mujer! viviendo
el vacío y muriendo en el
recuerdo, atormentado por el
llorar de mi mullido corazón.


Así quede ¡maldita!, devastando,
perdido, muriendo, destruyendo
en la nada, terminando con lo
tuyo... y con lo mio.


Así quede ... ¡traicionado!


Me he fijado en algo recientemente, y es que si de casualidad una musa de inspiración deja pasar su esencia frente a un intento de poeta, este escribirá la mejor obra de su vida. Pero si un verdadero poeta, uno real ¿creara una musa artificial? que la imagine en el instante mismo de su creación colmando su universo de belleza podría escribir los versos mas atroces que nunca nadie hubiera imaginado. Después la musa regresaría a donde nació, a la imaginación del poeta para no regresar hasta ser llamada nuevamente. Así es la vida de una musa artificial.

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